En el momento más inesperado tocaste mi puerta una tarde de abril.
Para mi sorpresa,
venías a desordenarme la vida y el cabello.
Para tu sorpresa,
en mi corazón todavía era invierno,
lo recuerdo.
Todo afuera estaba cubierto de nieve y de polvo adentro,
la alacena y la leñera estaban vacías.
El frío era el principal huésped,
había calado hasta mis huesos,
había congelado hasta la recamara.
Disculpa tanto desastre,
pero no estaba preparada para tu llegada.
La llama de tus ojos dejó al descubierto tu intención.
Tus cálidas manos me advirtieron de la amenaza.
Derretirías el hielo,
soplarías la escarcha,
harías la tregua con la frialdad de mis vientos.
Tu sonrisa fue el candil que iluminó mi noche oscura,
mi abrigo fueron tus abrazos
y tus besos me condujeron a la hoguera.
Todo dentro de mi se empezó a descongelar,
creo que debo llamarte primavera.
Beautiful disaster
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Hermoso. Una gran definicion de primavera en forma de verso. Me ha encantado. Mantengamos el contacto😉
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Preciosa poesía!! Toda una oda a la primavera! Y es que esta estación despierta nuestros sentidos. Un abrazo!
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Gracias, Lidia. Saludos desde aquí
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Mantener la primavera en el corazón, con la variedad de sus días, es un regalo. Un abrazo.
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Es bonito, la verdad. La imagen de la sonrisa-candil es muy buena, y todo el conjunto del poema que se desliza hacia la comparación de la persona amada con la primavera ma ha gustado mucho, sí 😉
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Gracias. Un abrazo.
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Gracias por escribirme! Me alegra tanto que disfrutaras de mis escritos. Increíble poesía, quede enamorada de estas letras. Un abrazo!
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Me encanta!!
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